Rumanía, principios del siglo XX. A los diecisiete años, Adrian Zograffi, alter ego literario de Istrati, entra a servir como chico de los recados en la casa de los armadores Thüringer, en Braila, junto a la desembocadura del Danubio. Allí asiste al ocaso de una sociedad tradicional, arrumbada por el mundo industrial en ciernes, y participa en la organización de una histórica huelga de estibadores. Conoce la corrupción política, la fuerza de la prensa y la ciega inutilidad de la violencia, a la vez que se emociona con las formas de ayuda mutua entre los más necesitados. Vive también la pasión sensual y el enamoramiento platónico con dos mujeres. La realidad lo aboca a estos dilemas existenciales: ¿la razón social y económica coincide con la razón moral? ¿La entrega carnal es enemiga del amor?
"La casa Thüringer" es una novela de iniciación a la vida donde la pasión y la crítica se expresan con un humor tierno. Su gran amigo Nikos Kazantzakis veía en Adrian Zograffi y en el autor la encarnación del ideal quijotesco.