“Sé que no leerás esta carta. Con la misma certeza sé que es importante que la recibas”.
"¿Tienes algo que más que decirle a tu hijo, o hermano, o amigo, o padre, o quién sea?"
La vida de Osamu, maestro calígrafo, ha transcurrido escribiendo cartas de otros. Él solo escribió una personal: para su hija Haru. Una carta que ella guardó sin abrir. No necesitaba leerla. Él no la escribió para que ella la leyese.
Magokoro significa dar con sinceridad, sin intención ni interés. Dar de todo corazón. Esta novela es precisamente un magnífico ejercicio de transmisión de dicho principio japonés: un acto total de entrega y compasión.