En libertad condicional tras pasar ocho años en la cárcel, Danny Callaghan lleva una vida tranquila y sin sobresaltos en una barriada de Dublín. Una noche, mientras bebe una pinta en el pub de su amigo Novak, dos matones armados irrumpen en el local con la intención de cargarse a Walter Bennett, un delincuente de medio pelo al que Callaghan conoció en prisión. Sin pensarlo, Danny interviene y frustra los planes de los esbirros del temido gánster Lar Mackendrick. Inmerso en una guerra con otra banda para controlar la ciudad, Mackendrick amenaza a Danny con matar a sus seres queridos si no hace lo que le pide.