Si hay un elemento presente en la sociedad actual, ese es la posverdad.  El diccionario de Oxford la nombró palabra del año en 2016, a raíz de la  votación del Brexit y de la elección de Donald Trump como presidente  de Estados Unidos.  La posverdad se define como una distorsión de la realidad de forma  deliberada manipulando las emociones y creencias para influir en la  opinión pública. Si a esto le sumamos las distintas vías de rápida propagación  que existen, como Internet, las redes sociales y otras aplicaciones,  tenemos las herramientas perfectas para que cualquier bulo o fake news  llegue a cualquier persona en pocos minutos.  En una sociedad tan polarizada como la nuestra, la posverdad puede  dañar seriamente la democracia. En este sentido, los medios de comunicación  tienen un peso importante para ofrecer al lector, oyente, internauta,  etc., una información con la mayor veracidad posible. En esta  tarea confluyen diferentes problemáticas del periodismo actual, como  los intereses empresariales de los medios, la velocidad de Internet para  generar noticias, etc.  Lo que la posverdad esconde aborda