Tras un sueño en el que su antepasada le ruega que la ayude, Gabriela viaja a Venecia para aclarar un suceso ocurrido en el siglo XVIII. En la ciudad de los canales tropieza con Mario, un atractivo italiano que además de colarse en su cabeza, es una pieza clave para resolver el misterio.
Pasado y presente se entremezclarán poniendo en peligro la seguridad de la pareja y dará rienda suelta a la pasión como si se tratara de un guiño del destino.