Impolítica e irrepresentable: así define este ensayo la sociedad del presente con la vista puesta en varios procesos complementarios que han discurrido durante las últimas décadas. Entre estos procesos cabe mencionar: la expulsión de masas de trabajadores de la producción y su sustitución por robots; el dominio de los poderes financieros globales sobre la voluntad de las poblaciones; la desagregación social como consecuencia del imperativo individualista; la recomposición oligárquica de la estratificación social, y la profundización de la crisis ecológica. Un marco insolidario y cerrado a la imaginación colectiva que se ha convertido en la crisis sistémica de un capitalismo hiperproductivo pero sin empleo suficiente, y por consiguiente con escasez de demanda, en el que el autor sitúa la emergencia de formas populistas de agregación de la insatisfacción masiva.
En estas condiciones, emergen como tareas prioritarias recuperar el sentido fuerte de la política e inventar nuevas instituciones que permitan representar democráticamente las aspiraciones a una vida digna.
Frente al olvido sistemáticamente organizado, la contribución de este volumen consiste en recuperar los esfuerzos que se han dado en el campo de lo que antes se entendía como izquierda para avanzar sobre un horizonte más igualitario, así como en formular, en diálogo con algunas tendencias emancipatorias del presente, un programa de mínimos que parte de la necesidad de recuperar la centralidad del conflicto en torno al trabajo y la distribución de la producción social, y de hacer frente a los grandes riesgos ecológicos.